CUENTO DEL CAMINO DE LA FUENTE

Un aguador de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban de los extremos de un palo que sostenía en su espalda. Una de las vasijas tenía varias grietas por las que perdía agua, de modo que al final del camino sólo conservaba la mitad, mientras que la otra era perfecta y mantenía intacto su contenido, desde el arroyo hasta la casa de su patrón.

Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía idónea para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: “Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque, debido a mis grietas, sólo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir por tu trabajo.”

El aguador apesadumbrado, le dijo compasivamente: “Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.”

Así lo hizo la tinaja y, en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo de la vereda; pero siguió apenada porque sólo guardaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces: “¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Quise sacar el lado positivo de tus grietas y sembré semillas de flores a lo largo de todo el trayecto. Todos los días las has regado y durante dos años yo he podido recogerlas. Si no fueras exactamente como eres, con tu capacidad y tus limitaciones, no hubiera sido posible crear esa belleza. Todos somos vasijas agrietadas por alguna parte, pero siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.”

 

Cuento Indio.

2 comentarios en “”

  1. Juan Carlos Arteaga

    hola buen día. apenas te he conocido un poco a través de la tv por Internet. He leído el cuento, es hermoso, no lo conocía. me remite a mi propia persona, ya que aun no he encontrado o quizás no lo he notado, como la tinaja, mi propósito en esta vida. en ocasiones siento que no estoy haciendo lo mas apropiado para mi y los demás. en fin me identifico mucho con los personajes. Gracias por compartirlo, de este modo me dejara una lección de vida.
    gracias. Juan.

    1. Hola Juan Carlos. Cuánto siento no haberte respondido antes, acabo de ver tu mensaje.

      Me alegro de que te gustara la historia y te sintieras identificado con los personajes… Han pasado ya varios meses, espero que sigas recordando que incluso nuestras imperfecciones pueden sumar y aportar cosas grandes 🙂 ¡Un saludo!

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