Si no es mediante la alegría, ¿cómo si no consiguió Matisse realizar toda esta gran obra? Realmente no lo tuvo nada fácil, ya que no sólo pasaba por una dolorosa enfermedad que prácticamente lo tenía casi inhabilitado para hacer lo que más le gustaba, sino que su dolor también era emocional, debido a que años antes, durante la Segunda Guerra Mundial y tras la derrota de las tropas francesas ante los alemanes, pretendió emigrar hacia Brasil, pero finalmente decidió viajar a Niza, con tan mala suerte que un tiempo después su mujer fue capturada y su hija deportada.
Gracias a Matisse y su forma de afrontar los contratiempos, tenemos el ejemplo perfecto de que, si nos paramos a analizar y cambiar el punto de vista y conseguir otra perspectiva mediante nuestro esfuerzo, podemos llegar a conseguir esta primera emoción de la que hablamos en Lato Sensu, la Alegría.
Antonio Fernández
Historiador de Arte
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