Cuba es un país tremendamente pobre, más de lo que podía imaginarme. Un país que ha quedado congelado en los años 60, y en el que la mayor parte de las construcciones y barrios se han rendido al efecto destructivo del paso del tiempo. Donde cada casa ha sido dividida, y subdividida, en varias viviendas, hasta que el significado de un hogar decente se traduce en un par de cuartitos a medio derruir. Obviemos el hecho de que estén acondicionadas con electrodomésticos o ciertas comodidades “básicas”. Un plato o un cuchillo se vuelven artículos de lujo. ¿Los colchones? Se siguen vendiendo entre los ciudadanos, incluso después de 20-30 años, o aunque hayan sido usados por enfermos terminales. La posibilidad de infección o enfermedad no importa, con tal de descansar en una cama.
Cuba es un país donde cada vez se hace más difícil encontrar algo, incluida la comida. Y cuando encuentras lo que buscas, en el mejor de los casos, necesitas hacer horas de cola para acceder a ello. Un país donde el sueldo medio son 20 dólares, pero la vida es tan cara como en España, y donde la alimentación correspondiente por persona al mes, realmente, no da ni para 10 días.
Cuba es un país donde los profesionales médicos son excelentes, pero no cuentan con los medios adecuados. Donde la higiene brilla por su ausencia en los propios centros sanitarios y es complicado encontrar medicamentos.
Un país donde la gente debe ingeniárselas para poder subsistir, donde la perspicacia y la creatividad son un bien preciado, y donde la confianza y el trabajo en equipo se vuelven primordiales.
Un país en el que la televisión tiene una programación limitada y está tremendamente manipulada. Y donde a duras penas es posible acceder a internet, por lo que es difícil contrastar la información recibida. Es escalofriante; no sólo por su situación, sino porque es espejo de lo que vivimos. Todos somos susceptibles de ser manipulados, y lo somos. Aún en esta era de la información, somos una sociedad desinformada. (Pensemos sobre esto, por favor.)
Asimismo, y por suerte, Cuba es un país donde se puede apreciar un aumento de la indignación, donde la conformidad está dejando de ser una opción y la capacidad de expresar desacuerdo parece ir creciendo. ¡Qué alegría! Poder quejarse cuando tienes tantísimos motivos para hacerlo… Qué presión, haber tenido que callar y tener que seguir haciéndolo. ¿Por qué?
Me encanta tu reflexión
Gracias 🙂
Elena en primer lugar felicitarte por ese aprendizaje en un país tan bonito como cuba, estoy muy de acuerdo contigo en todos los aspectos y me ha emocionado leerte. Un beso grande !!!
¡¡Gracias!! Un abrazo grande para ti.
Elena, me ha encantado tu reflexión y estoy totalmente de acuerdo contigo, es muy importante los valores en las personas, cosa que desgraciadamente estamos perdiendo. Gracias por hacer que nosotros hayamos viajado a Cuba sin tener que coger el avión.
¡Muchas gracias! Me alegra haber sido capaz de transportarte hasta allí 🙂
Algunas personas sienten lo que tú y no saben expresarlo,
Algunas personas ni saben ni quieren apreciar lo que tú has aprendido
Y tú has sabido expresarlo tan claro para que todos lo veamos y nos veamos
👏👏😘
¡Qué bonito! Gracias 🙂